viernes, 26 de noviembre de 2010

JOSÉ MUJICA Y LA EDUCACIÓN

Ustedes saben mejor que nadie que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer.

Dicen que la gente que trota por la rambla, llega un punto en el que entra en una especie de éxtasis donde ya no existe el cansancio y sólo le queda el placer.

Creo que con el conocimiento y la cultura pasa lo mismo. Llega un punto donde estudiar, o investigar, o aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute.

¡Qué bueno sería que estos manjares estuvieran a disposición de mucha gente!

Qué bueno sería, si en la canasta de la calidad de la vida que el Uruguay puede ofrecer a su gente, hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales.

No porque sea elegante sino porque es placentero.

Porque se disfruta, con la misma intensidad con la que se puede disfrutar un plato de tallarines.

¡No hay una lista obligatoria de las cosas que nos hacen felices!

Algunos pueden pensar que el mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers.

En ese mundo la gente es feliz porque todos pueden salir llenos de bolsas de ropa nueva y de cajas de electrodomésticos.

No tengo nada contra esa visión, sólo digo que no es la única posible.

Digo que también podemos pensar en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la calefacción.

Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades más maduras. Vayan a Holanda y vean las ciudades repletas de bicicletas. Allí se van a dar cuenta de que el consumismo no es la elección de la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y los frívolos.

Los holandeses andan en bicicleta, las usan para ir a trabajar pero también para ir a los conciertos o a los parques.

Porque han llegado a un nivel en el que su felicidad cotidiana se alimenta tanto de consumos materiales como intelectuales.

Así que amigos, vayan y contagien el placer por el conocimiento.

En paralelo, mi modesta contribución va a ser tratar de que los uruguayos anden de bicicleteada en bicicleteada.

LA EDUCACIÓN ES EL CAMINO

Y amigos, el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación.

Y miren que es un puente largo y difícil de cruzar.

Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo.

Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas.

Pero hay que hacerlo.

Se lo debemos a nuestros hijos y nietos.

Y hay que hacerlo ahora, cuando todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento.

Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite.

Después resultó que en mi televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo desde Estados Unidos, España e Italia.

Después los celulares y después la computadora, que al principio sólo servía para procesar números.

Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta.

Pero ahora con Internet se me agotó la capacidad de sorpresa.

Me siento como aquellos humanos que vieron una rueda por primera vez.

O como los que vieron el fuego por primera vez.

Uno siente que le tocó en suerte vivir un hito en la historia.

Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas las revistas científicas y todos los libros del mundo.

Y probablemente todas las películas y todas las músicas del mundo.

Es abrumador.

Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente.

Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua.

Lo conseguiremos si está sólida esa matriz intelectual de la que hablábamos antes.

Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena.

Es como una carrera en dos pistas, allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica.

Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada.

Y probablemente, inglés desde el preescolar en la enseñanza pública.

Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo.

No podemos estar afuera. No podemos dejar afuera a nuestros chiquilines.

Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosión universal del conocimiento.

Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica..

Nos obliga a ir más lejos y más hondo en la educación.

No hay tarea más grande delante de nosotros.

jueves, 18 de noviembre de 2010

VYGOTSKY Y LA DIVERSIDAD

Imaginemos que en algún país, gracias a las condiciones especiales, los niños con defecto representen un valor excepcional y que les haya correspondido cumplir cierta misión especial o un papel social. Es difícil imaginar esto, pero es totalmente posible: en cierta ocasión el ciego pareció nacido para ser juez, sabio, profeta. Imaginemos que la ceguera fuera necesaria para algo útil en el aspecto social. Está claro que entonces la ceguera equivaldría a tener un destino social totalmente distinto para el hombre y el defecto se convertiría en un mérito. En la medida que es correcta la idea de que para el propio ciego la ceguera no constituye para el ciego un defecto, nosotros debemos aceptar que en ese país la ceguera (o la sordera, o la deficiencia mental) nunca podrá llegar a ser un defecto y el niño ciego, una persona con defecto. Por consiguiente 'la deficiencia', ya es una valoración social de la ceguera y de la sordera. La época de semejantes países imaginarios en el razonamiento científico hace tiempo que pasó y esos ejemplos han perdido la fuerza de su carácter demostrativo. Desde luego este tipo de país no existe en ninguna parte, es una construcción puramente ilógica. Pero consideramos posible utilizar en la conclusión este razonamiento porque nuestra tarea no es introducir y confirmar esta idea, sino aclarar hasta el final la idea fundamental de este artículo: la ceguera y la sordera pueden no constituir una deficiencia. Si creáramos un país donde el ciego y el sordo encontraran un lugar en la vida, donde la ceguera no equivaliera indispensablemente a una insuficiencia, allí la ceguera no sería una deficiencia. La pedagogía social está llamada a realizar esta idea de la psicología defectológica. Vencer la deficiencia es la idea fundamental. Con el ejemplo citado quisimos demostrar que esta afirmación no es una paradoja, si no una idea totalmente transparente y clara hasta el mismo fondo" VYGOTSKY, L.S. (1992): Obras Completas. Vol. V. La Habana. Cuba: Ed. Popular.

martes, 9 de noviembre de 2010

MARTÍ Y LA EDUCACIÓN

En la obra de José Martí se puede encontrar una riqueza extraordinaria acerca de la educación, la enseñanza y cómo proyectarse en el proceso de formación de los niños y jóvenes. Como resultado de su sistematización se presentan un conjunto de postulados importantes, de los cuales se toman doce. (Martí, 1975):

_ Los niños saben más de lo que parece.

_ Lo que importa es que el niño quiera saber.

_ No se sabe bien sino lo que se descubre.

_ Que los niños no vean, no toquen, no piensen en nada que no sepan expresar.

_ La mente es como las ruedas de los carros, y como la palabra: se enciende con el ejercicio.

_ Que la escuela sea sabrosa y útil.

_ Sin pan se vive, sin amor, ¡no!

_ El cariño es la más elocuente de todas las gramáticas.

_ Los conocimientos se fijan más, en tanto se les da una forma más amena.

_ Siendo tiernos, elaboramos la ternura que hemos de gozar nosotros.

_ Las cualidades morales suben de precio cuando van acompañadas de cualidades inteligentes.

_ El fin de la educación no es hacer el ser humano desdichado, sino hacerlo feliz.

La Educación, entendida como fenómeno de carácter social refleja, de manera más o menos explícita, el grado de desarrollo económico, político y social alcanzado por la humanidad en un período histórico concreto.

Martí, J. (1975). Obras Completas. Editorial Ciencias Sociales. La Habana.

jueves, 4 de noviembre de 2010

SOBRE ENSEÑAR (FREIRE)

"Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando; el respeto a la autonomía y a la dignidad de cada uno es un imperativo ético y no un favor que podemos o no concedernos unos a los otros. El profesor que menosprecia la curiosidad del educando, su gusto estético, su lenguaje, más precisamente su sintaxis y su prosodia; el profesor que trata con ironía al alumno, que lo minimiza, que lo manda ponerse en su lugar al más leve indicio de su rebeldía legítima, así como el profesor que elude el cumplimiento de su deber de poner límites a la libertad del alumno, que esquiva el deber de enseñar, de estar respetuosamente presente en la experiencia formadora del educando, transgrede los principios fundamentalmente éticos de nuestra existencia." (Freire, citado por Díaz: De la liberación a la esperanza: Paulo Freire y su educación popular)